«Con un smartphone en sus manos y con la aplicación PCA abierta, el policía comenzará a registrar los grafitis introduciendo información relevante sobre las características encontradas en el lugar. En primer lugar, registrarán con qué grupo criminal puede estar asociado ese grafiti. A continuación, incluirán una descripción que indique dónde se encontró el grafiti, como «en la pared de una casa», «en la fachada de un negocio». El siguiente paso es activar la cámara del teléfono móvil para fotografiar las inscripciones dejadas por los delincuentes. Por último, el agente de policía localiza la ubicación exacta de la pintada en el mapa, utilizando el GPS del móvil, y así completa el registro de la pintada en el programa. En tiempo real, la información se transmite para alimentar el sistema de Big Data, llamado Odin, y puede ser consultada por los organismos de inteligencia de la Policía Estatal». La misma aplicación móvil también integra las bases de datos de los registros civiles y penales de la población del Estado, los datos de los vehículos y de los conductores, el reconocimiento biométrico y facial. La herramienta subvencionará el trabajo de los organismos de inteligencia de la Policía Estatal, formando una base de datos con información que se integrará en el Big Data de Seguridad Pública del Estado, Odin».

Los datos recopilados en la función «Pichação» de la app PCA servirán para construir parámetros de actuación de los grupos criminales en el Estado y para fomentar las estrategias policiales de lucha contra los delitos en estas zonas. «Los policías de las áreas de investigación e inteligencia podrán ver los datos en un mapa y, así, tendremos una cartografía actualizada con los datos de un determinado grupo criminal en qué zona, barrio o comunidad se encuentra. Esto es esencial para las acciones de inteligencia tanto para las investigaciones como para que la propia patrulla organice su personal y entienda qué áreas deben ser priorizadas», dice André Costa, Secretario de Seguridad Pública del Estado de Ceará.

La suposición de que el grafiti es una expresión de «delincuentes», por lo tanto, abre espacio para que todo tipo de grafiteros sean incluidos en los registros policiales. Recogida excesiva y desproporcionada de datos de territorios urbanos estigmatizados y aumento del despliegue de una policía ostensiva de las comunidades vulnerables, ya comúnmente sometidas a la brutalidad policial.

Una asociación entre la Secretaría de Seguridad Pública y Defensa Social del Estado de Ceará (SSPDS/CE) y el Laboratorio de Procesamiento de Imágenes y Computación Aplicada (Lapisco, Laboratório de Processamento de Imagem, Sinais e Computação Aplicada), vinculado al Instituto Federal de Educación, Ciencia y Tecnología de Ceará (IFCE).